ENTREVISTA CON GABRIEL ARRIAGADA OSSES

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“Una caricia adicional o un beso en señal de amor hacia ellos (nuestros perros), no hace más que demostrar que como dueños si nos merecemos esa desmesurada lealtad.”

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¿Cuándo y por qué empezaste como juez de agility?
El 2013 arranco como juez de agilty en mi país en un curso dictado por Dan Wroblewski y obligado por Patricio Calderón (juez y amigo) quien me dijo que TENÍA que hacerlo para “apoyar el desarrollo del agility en el sur de Chile”.

 

¿Volverías a hacerlo? ¿por qué?
¡¡Qué te voy a decir!! Han sido apenas 6 años de "carrera" en los que siento he disfrutado los mejores momentos. Sin dudarlo te diría que lo haría de nuevo. Básicamente porque ser un Juez para mi significa trabajo y aprendizaje constante; estudio permanente y plantearse metas para cumplirlas, una búsqueda constante para innovar y ser el mejor, si eso no motiva a las personas, ¿entonces qué?

 

¿Antes de ser juez cual era tu relación con el mundo de los perros?
Nací como competidor de Agility en el año 2004; debuté en un torneo nacional en 2005 y desde ese momento estuve ligado con el mundo canino de mi país.

 

¿Existe algún juez que consideres tu principal influencia al juzgar o diseñar tus pistas?
Han habido varios en este camino. Siempre trato de observar, analizar y aprender de todos, pues siento que no existe aprendizaje que sobre, para bien o para mal.

 

Desde mis inicios fui apoyado por Artur Pires de Brasil y mis amigos Patricio y Cristian de Chile. En estos años he tenido la oportunidad de relacionarme remotamente con grandes jueces que también han tenido la disposición de responder mis inquietudes, corregir errores y destacar lo que ellos creen pertinente de mi, como lo han sido Petr Pupík, Jan Egil Eide, Zsofi Biro, Tamás Traj y Alen Marekovic. Igual, siempre hay comunicación constante y discusión sobre diseños con varios jueces más como Javier Vega, Raúl Molina, Luciano Peccin o Neil Ellis, todos grandes amigos además.

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Si debo relacionar mis diseños con alguna influencia te diría que Pupík y Egil son modelos que trato de seguir permanentemente.

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¿Tienes alguna costumbre o superstición antes de un juzgamiento?
Ninguna. Simplemente ser responsable de mi rol, preocuparme de estar conforme con mis diseños y hacer un trabajo lo más perfecto posible a la hora de juzgar. Todos podemos equivocarnos, pero el beneficio siempre lo tiene el perro.

¿Hay algún momento especial que recuerdes durante tu vida como juez?
Apenas empezaba mi camino y Artur Pires me pidió autorización para usar una de mis pistas en un torneo importante de Brasil.

 

Posteriormente hizo público lo anterior, lo que hasta el día de hoy le agradezco, por haberme permitido “aparecer” en un mundo en el que hasta ese momento, para muchos no existía. Fue un momento tremendamente especial para mi.

 

¿Nos puedes compartir una anécdota divertida?
Una anécdota que a veces siento, pudo verse como una falta de respeto y quizás pude evitarla. Estaba en una competencia en Bariloche – Argentina y un competidor chileno que apenas debutaba oficialmente entra a pista. Eran 9 saltos y creo que tumbó 7. Termina su carrera y yo desde dentro de pista le grito -“Francisco” a lo cual el se gira para prestarme atención y le digo inmediatamente, tomando una barra de uno de los saltos que no tiró -“Se te olvidó botar éste!”. JAJAJAJAJA, cosas que pasan a veces!!!

 

¿Has tenido algún momento difícil como juez durante alguna competencia?
Lo más duro que me tocó, fue como asistente del A&C Chile 2017, final del Open Individual, estando a cargo del contacto de subida en pista de Mirja Lapanja, corriendo Romina Cervasio y Wish (de quienes me declaro fanático) y en el obstáculo 12 o 13, Wish rehusa un túnel que estaba al costado de la pasarela y toca la misma, debiendo de acuerdo a reglamento, proceder YO a marcar la eliminación. Ella venía de un 2do puesto en el mundial de Zaragoza y yo apenas aparecía en la “primera división” de los jueces. Créeme, no fue nada fácil.

 

¿Cuál es tu mayor sueño como juez?
Obviamente dar el salto a Europa. Poder juzgar un torneo de primer nivel como un Junior European Open, European Open o porque no un Mundial. Está claro que son las metas máximas.

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¿Que esperas del próximo Campeonato de Agilidad de las Américas y el Caribe?
Que sea una fiesta; un campeonato que permita reencantar a los mexicanos con el deporte; un torneo que logre mostrarle a quienes compiten en torneos de belleza, que el Agility es más que “perros saltando”; una oportunidad, de que todos disfruten con sus perros de este deporte que tanto les apasiona y por supuesto, aprender lo que pueda del trabajo de mi compañera Stefanie Semkat.

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Hablemos del Futuro

 

¿Cómo te visualizas juzgando en 5 años?
Siempre he sentido que el Agility es de “momentos” y he disfrutado el como MI momento, se ha extendido ya por varios años. Espero el camino siga como hasta aquí y pueda ser en 5 años lo mismo que hoy. Como me visualizo?? Disfrutando con amigos, en cada uno de los torneo a los que pueda ser invitado, chico o grande da igual, cada uno tiene lo suyo y siempre deja algo que atesorar.

 

¿Cuál es tu proyección del futuro del agility en América?
Yo creo que hay varios países que vienen haciendo un trabajo responsable para desarrollar el Agility a nivel local. En esa línea, creo que si se logra establecer una linea de crecimiento esperada y se propone una planificación para lograr esos objetivos, seguramente vamos a tener mayor nivel que el que hasta hoy se puede observar. Cabeza fría, autocrítica y pensamiento colectivo, me parece que en eso se puede basar el éxito futuro para nuestro continente.

 

¿Qué le recomendarías a todos aquellos que quieren ser jueces de agility?
Que sean responsables y que nunca dejen de aprender. Ser juez no es solo leer el reglamento e interpretarlo como parezca mejor; ser juez no es creer que siempre tienes la respuesta ante una duda; ser juez no significa ser lo más importante en un campeonato. Lo mejor que podría recomendarles, es que antes de decidir si ser o no jueces, se pregunten Por qué quieren serlo. Si la respuesta se relaciona inmediatamente con la autoreferencia, entonces quizás sea prudente que lo piensen mejor.

 

¿Algo más que quieras compartir con nosotros?
Gracias por este espacio primero y simplemente recordarles a todos quienes hacen Agility, que lo más importante al terminar una carrera es mirar a nuestro perro y agradecerle, porque de no ser por ellos no podríamos estar disfrutando de esta tan linda actividad. El tiempo invertido, dinero o manejo de frustraciones, se convierten en nada cuando nuestro perro deja de ser feliz haciendo Agility, por lo que una caricia adicional o un beso en señal de amor hacia ellos (nuestros perros), no hace más que demostrar que como dueños si nos merecemos esa desmesurada lealtad.

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¡¡¡Nos vemos en Acapulco!!!